mayo 29, 2010

Encontró las cartas que había escrito en su adolescencia y se pasó toda la tarde matándose de risa. Con la perspectiva los peores dramas pueden parecer tan graciosos. A sus treinta años los desencuentros amorosos del colegio le resultaban una diversión, lejos de las complicaciones hormonales y el lidiar con el cuerpo cambiante todo parecía haber sido un sueño. Ahora era divertido recordar.
Las cartas mostraban lo mucho que le había costado aceptar el rechazo de alguien. !Qué bueno que todo eso había pasado!, pensó mientras sonreía moviendo la cabeza de un lado al otro, incrédula de toda la cursilería de la que fue capaz de poner en esas cartas.
Las guardó en la caja de zapatos y miró el reloj, se hacía de noche.
Apoyó los codos en el marco de la ventana y prendió el cigarrillo, era sábado iniciando la noche y una vez más, los programas de televisión eran su único plan.
Un día más terminaba sin recibir esa llamada.

mayo 20, 2010

No pudo explicar a la peluquera por que lloraba,la dueña del local tenía las tijeras detenidas en el aire cuando le preguntó por tercera vez si estaba segura de cortarse el cabello. Sentada en la silla, con la bata plástica cubriéndole hasta los pies, solo pudo asentir con la cabeza.

Minutos antes estaba frente al espejo pensado que sería la última vez que se vería así. Lo tenía decidido. Es verdad que el cabello vuelve a crecer, pero hay situaciones que deben cortarse para siempre y mantener una poda disciplinada sobre ellas para evitar su crecimiento enredado y dificil de alisar.

Lloró sin hacer ruído, dejando correr las lágrimas sin molestarse en limpiarse las mejillas, ni la nariz.
Cuando le pasaron la brocha seca y gorda por el cuello ya estaba tranquila.

Durante la tarde trabajó mucho, el repuesto que había comprado para su puerta no era exacto, fue necesario lijar, conseguir otros tornillos y golpear con el martillo para finalmente terminar el trabajo.

Sintió calor y en un movimiento automático quizo tocarse el cabello. Le sorprendió darse cuenta que esa ausencia le aliviaba. Le hacia sentirse libre, liviana, como si hubiera perdido peso.
Tomó las llaves nuevas de su casa y cerró con dos vueltas su flamante cerradura.

mayo 15, 2010

Hace frío en la ciudad del calor, ya hubo vientos, lluvia y bajas temperaturas. Tengo la impresión de que en cualquier momento comenzará a nevar. Pero la nieve es presagio de buena suerte y eso es lo que menos tengo ahora. La naturaleza se ha sintonizado con estos mis días extraños en los que trato de huir, sin lograrlo.
Me siento en el limbo, incapaz de aferarmea algo, no logro sostenerme de nada, ni siquiera de mí misma. Mi fiel amiga la rutina tampoco me ha servido esta vez.

mayo 09, 2010

Yo quiero viajar a México y conseguirme unos amigos borrachos, meternos en una cantina, pedir tequila a cántaros y mezcal con gusano. Les diré a los mariachis que toquen las rancheras más tristes y secaré un trequila tras otro hasta tener la cabeza hundida en los brazos.
Cuando el gusano del mezcal este en mi panza yo contaré esa historia que he callado, todos llorarán mi silencio y solo ahi, en el sudor alcohólico de la noche, podré por fin decir mi verdad y el alivio será tan grande. Grande como ella que nació de entre mis piernas como un pez tembloroso, húmedo de mi.

mayo 06, 2010

Duermo a sus pies,
a la espera de cualquier sonido suyo.
No es posible que se enferme dos veces seguidas, pago el peso de mis culpas acostada en el piso, esperando su tos.
Es un virus, me digo, no tienes nada que ver con esto. Pero eso no me dicen los ojos de la gente o esta piedra opa que se me atora el pecho. Odio a la escuela de monjas y la maldita culpa que me inculcó.

mayo 01, 2010

Este silencio me esta matando,
se esta comiendo de a poco los sonidos de mi cuerpo,
el crujir de mis tripas
los ronquidos de mi sueño,
el silencio, este silencio
poderoso y mortal me ha anclado aquí
sola he traido las pepas de su plomo
sin darme cuenta casi
y hoy sabado, mortal sabado de otoño
quisiera un mar para lanzarme atada a esta ancla
y por fin, por fin
descansar.