tag:blogger.com,1999:blog-85636076785343723892024-03-05T19:02:48.646-04:00coleccionistadelecturasuna colección arbitraria de lecturasClaudia Michelhttp://www.blogger.com/profile/04628987089565480972noreply@blogger.comBlogger148125tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-15239809033228010832013-09-04T10:20:00.002-04:002013-09-04T10:20:29.104-04:00Música para bloqueos<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">Para Pedro que sin quererlo nos cedio el paso</span></i></div>
<br />
Nos sentamos a hablar tonterías, intimidados un poco por el micrófono pero seguros de que al final lo que tendríamos sería un audio gracioso para compartir con los amigos, algunas canciones buenas y el gusto por repetir semejante opería.<br />
<br />
http://www.ivoox.com/43-musica-para-bloqueo-audios-mp3_rf_2325457_1.htmlAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-61305651863537969292013-08-13T11:44:00.000-04:002013-08-13T11:44:01.465-04:00Hay días en los que da ganas de cambiar el mundo<br />
incluso parece posible.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-59442761493314855762013-08-01T16:13:00.001-04:002013-08-01T16:13:50.991-04:00este no es cualquier dolor<div>
ni menor ni mayor que otros</div>
<div>
es el dolor de la leche que empuja</div>
<div>
es el dolor de las manos vacías</div>
<div>
<br /></div>
<div>
es la lucha contra el instinto</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-90252092744838801522013-07-12T09:12:00.003-04:002013-07-12T09:12:54.419-04:00Sin tiempo<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Lo que más
quisiera comprar es tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Ir a la tienda y
junto al pan de la mañana pagar por treinta minutos. Tenerlos en la cartera y
usarlos cuando quiera, incluso podría adecuarme a usarlo en horarios
establecidos, podría mover todo mi cronograma sabedora de que tengo esos
minutos libres a disfrutar sin importar el lugar del día en que se me permita
usarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Es linda la idea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Sería como una
tarjeta de recarga telefónico, el mismo formato pero alargando las horas de
acuerdo a demanda, y claro no se podría pedir demasiadas en la vida porque uno
estiraría demasiado su existencia y eso conlleva mucho problemas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Cuando comencé a
trabajar en una oficina recién terminada la facultad lo que más me costó fue
acostumbrarme al ritmo de las ocho horas laborales, antes de de eso estaba tan
libre y feliz como estudiante que el horario laboral lo sentí como un grillete,
lo es en realidad, pero en ese entonces lo sentí de un plomo mucho más pesado,
ahora en cambio lo cargo con cierta resignación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Hace unos días
encontré una libreta de ese tiempo en el que yo anotaba un análisis de mi día: “El
día tiene veinticuatro horas, ocho duermo, ocho trabajo, las otras ocho pueden
subdividirse en dos horas diarias de ducha y baño, una hora de pérdida en el
transporte público, tres horas de comidas; en total solo tengo solo dos horas
para vivir”. La anotación termina ahí. Un análisis pueril hijo de la desesperación
de aquel entonces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Ahora las
desesperaciones son múltiples y variadas pero a la vez se sobrellevan de mejor
manera, de todos modos persiste esa sensación de “estar sin tiempo” y de ahí la
necesidad de conseguirlo a toda costa. Evadimos tareas, rebotamos
responsabilidades, pedimos ayuda lo que sea para tener un tiempo más. Un amigo
me comentó que hay una película que trata de este tema, en la peli la moneda de
cambio es el tiempo y la trama gira en torno a la posibilidad de conseguir o no
más tiempo. En esa lógica y si hablamos de tiempo de vida los niños sería los
millonarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Un deseo
largamente acariciado por mi es tener un día completo, un solo día donde no
salga siquiera de la cama y donde pueda empezar a leer un libro hasta terminarlo,
sin interrupciones de ningún tipo. Un amigo punk me contó alguna vez que después
de andar viviendo de prestado en muchas casa o alquilar lugares muy incómodos, si conseguía un dinero
se pagaba una noche en un hotel, por lo general leía y se la pasaba en cama. Se
compraba un paréntesis en su vida de punk independiente y pobre como para darse
ánimos y seguir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Yo no tengo nada
de punk, pero en algunas cosas todos somos iguales.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-39842697204034227852013-07-06T10:11:00.000-04:002013-07-06T10:11:05.842-04:00La vida en pijamasLejos de la olgazanería quedarse en pantuflas hasta bien entrada la tarde puede ser mas bien un signo de no tener tiempo ni siquiera de quitarse el pijama.<div>
Si no voy a tomar una ducha al lavantarme de la cama entonces mejor esperar para cambiarme de ropa, el tema es que el momento de tomar la ducha puede demorar demasiado, e incluso prolongarse hasta la noche y simplemente no suceder. Uno vuelve a la cama con la misma ropa con la que estuvo todo el día.</div>
<div>
El trabajo del día pudo haber sido igual o doblemente sacrificado que el de un carretillero, y pongo este ejemplo porque esa me parece una ardua labor de la cual soy totalmente incapaz, o muy ligero como el de una secretaria de una entidad pública, el punto es que tal como dice el viejo y conocido refrán: "el hábito no hace al monje", eso sí influye en su estado de ánimo, y esta es la mayor variante.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Ponerse la mejor ropa y perfumarse, sentarse frente a una computadora y ocuparse de ver la vida ajena en el facebook no es precisamente una gran labor, a menos que uno sea encargado de redes sociales (y ni así). En cambio uno puede escribir hojas y hojas ahorrándose el tiempo preciado que implicaría tomar una ducha y cambiarse de ropa.</div>
<div>
A veces quisierra trabajar en YPFB o en una de esas empresas que te obligan a ponerte uniforme, así no hay que desgastarse en pensar qué ropa ponerse o si está limpia, y todas esas complicaciones matinales tan detestables, solo hay que ponerse el uniforme y ya. Esto me recueda que viví doce años con guardapolvo blanco durante mi vida escolar y que luego de salir bachiller juré en la puerta del colegio nunca más usar uniforme, pero bueno, con el tiempo uno vuelve a las viejas costumbres.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
De todos modos uno en pijama sigue siendo uno, pero hay algunas variantes que pueden darnos otra perspectiva de nosotros mismo aun en pijamas, por ejemplo en pijamas, picando verduras y escuchando rancheras, es un poco triste. Ahora si estamos en pijamas leyendo con un café con leche en la cama, eso es felicidad. Ahora en pijamas, en la cama haciendo zaping sin parar eso es soledad.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Llegan las once de la mañana, yo intento cuidadosamente poner al bebé en la cama para que continue su siesta y me deje tomar un baño (el me ama como nadie en el mundo me amará nunca), inocente en sus pocos meses no sabe que su llanto, fácil y caprichosos como todos los impulsos de una criatura de su edad, son lo que determinan guardar mis pantuflas o dejarlas puestas hasta la noche.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-70140740544293962302013-06-06T20:14:00.001-04:002013-06-06T20:14:13.949-04:00El arte de aceptar regalos destestablesSiempre quiero tener alguien a quien mandarle encomiendas, no puede ser cualquier, tiene que ser una persona especial que este atento o atenta a mi paquete, que lo reciba con entusiasmo, que lo vaya a buscar con cierta adrenalina, que lo esconda en calidad de tesoro en el trayecto de regreso a su casa y en la privacidad de su cuarto muriendo de la emoción sienta con estremecimiento como la cinta aislante se corre al pasar el cuchillo que la desgarra. Tiene que ser alguien que casi puede ver luz al abrir la caja y viva el acontecimiento con intensidad.<br />
<br />
Lo sé, es una exageración, me conformo con que reciba con entuasiasmo la noticia y vaya a buscar pronto el paquete. Tristemente no he logrado que nadie a quien he mandado un paquetre haga al menos una de estas cosas, mala suerte supongo. El peor caso fue la respuesta "esperas que te agradezca?".<br />
<br />
En fin, supongo que todo esto tiene que ver sobre todo con la mala suerte, simplemente no ha sucedido, es cuestión de tiempo, seguir intentando, pero en realidad como dicen todos los libros de autoayuda "el problema está en uno mismo". La frase que voy a decir cobrar mayor peso y un dejo anecdótico en unos veinte años, por ahora es una simplre queja "cuando era joven no había internet", sí, no había internet por eso recibier y enviar paquetes o cartas era toda una ceremonia, una acontecimietno felíz. Además estaban los tiempos de espera, en fin esos encantos cursis de las cosas de antes (eso sí sonó a vieja).<br />
<br />
En fin el problema de no encontrar alguien que reciba mis paquetes como yo quiero que los reciban radica en que quiero que los otros sientan como yo, un típico problema de empatía. Nada que la indiferencia, el internet o la practicidad no puedan resolver, pero este tema me lleva a pensar en otro más complejo que es la recepción de regalos no deseados, es que es la misma figura. Yo soy incapáz de hacer mala cara ante un regalo detestable, simplemento no puedo hacerlo, será una mezcla de modosa y ridícula educación, un miedo al rechazo del otro, una necesidad de huir de situaciones conflictivas, como sea no puedo hacer más que sonreír y agradecer.<br />
<br />
Aquí podría comenzar un análisis que siempre se hace en las mesas de bares sobre la "educación" la formalidad su falsedad y bemoles, pero no caeremos en ese análisis en el que tarde o temrpano participaremos, intentemos mejor pensar en alternativas inteligentes ante los regalos no deseados.<br />
<br />
Está la alternativa del "muéstralo y olvídalo", esa chompa horrible que te regalo tu madre y espera que adores y uses todos los días, incluso en verano. En estos casos mi sabio consejo es usar la dichosa prenda para que la persona que te vea, hay que <i>hacerse ver </i>un par de veces basta, luego olvídala o guardala bien en tu mochila al salir de casa.<br />
<br />
Otra técnica infalible, no para prendas de vestir, es guardar el objeto y donarlo al bazar de la parroquia más lejana, así es, tiene que ser la más lejana, nadie quiere que su mamá se saque en la rifa la chompa que ella misma tejió.<br />
<br />
Otra opción es darle una oportunidad, tal vez cortando las mangas sea un buen chaleco, o desatando la lana pueda servir para una de esas miles de situaciones en las que se necesita una lanita y no se encuentra... el espíritu de reutilizar puede ayudar al mundo y a los maricas que no nos atrevemos a decir que algo no nos gusta.<br />
<br />
Finalmente esta la opción de que un "<i>accidente"</i> inutilece el objeto, un jaspeado accidental en la lavadora, la mordida de un perro, la cercanía de un encendedor, en fin, sean creativos.<br />
<br />
La falsedad puede ser inteligente!.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-82942308662775086752013-05-02T20:42:00.001-04:002013-05-02T21:38:37.799-04:00En un arranque de camaradería mi amigo el veterinario me regaló un libro sobre costumbres bolivianas y maternidad. Me confesó que lo había sustraído sin permiso de una biblioteca porque el título le había recordado a mi y mi estado de gravidez. Hizo énfasis en el detalle de la "sustracción" porque eso de ponerle un poco de peligro a todo lo que cuenta es algo muy suyo.<br />
Por mi parte se lo agradecí profundamente sobre todo porque en conversaciones anteriores habíamos hablado sobre la maternidad desde una perspectiva más bien mamífera y me hacía falta humanizar la charla.<br />
El me preguntaba como estaba y yo le decía que bien, me recomendaba que duerma del costado izquierdo porque la irrigación sanguínea se ve favorecida, yo le decía que lo mismo me recetó el doctor, a continuación comentaba que la semana pasada había ayudado a un colega en el parto de una vaca.<br />
<br />
En algún momento de estas conversaciones yo le comenté que había aprendido a no hablar mucho sobre la maternidad, sobre mi maternidad específicamente, porque la mayoría de mis amigos cercanos no tenía ni querían tener hijos y veían en mi segunda gestación una especie de "no aprendió la lección". Además que la maternidad tiene toda esa figura edulcorada que repele. A pesar de ello el vientre crece y crece junto con los comentarios de la gente que no pueden evitar mirar a la panza antes que a la cara.<br />
<br />
Otro amigo muy cercano me regaló una ropita de bebé con el logo de Nirvana mientras me insistía por enésima vez que considere ponerle "Kurt". Yo le explicaba que por ahí resultaba ser un chico super coservador amante de la música clásica y que el nombre solo haría que sus amigos se burlen de él, pero mi amigo loco por la música insistía en que el nombre era crucial y que era imposible que no sea músico si se lo ponía.<br />
<br />
Después de que la criatura hubiera nacido descubrí, por un error de logística, que mi papá intentó sacar el certificado de nacimiento, en realidad lo que quería era ponerle un segundo nombre porque no le gusta el que le di.<br />
<br />
Puedo pasarme horas contando los detalles, pero esperaré un poco para que la literatura haga su efecto y mejore los efectos distorsionando un poco la realidad. Luego cuando sea grande le contaré el resultado, una ficción que pueda recordar y de la que pueda reír. <br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-31042998597965485152013-04-11T22:40:00.001-04:002013-04-11T22:40:06.709-04:0039 semanas<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">La casa suena de
noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Los adultos roncan,
los viejos se quejan, los niños piden leche y los que nos preciamos de ser
jóvenes nos regoedeamos con la mentira del teclado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Es la costumbre
de no cerrar las puertas lo que mezcla los sonidos, los ronquidos y los
llantos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Tenemos suerte,
la casa es grande y hay habitaciones para todos, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">El perro está
fuera y ladra a lo que se mueve y a lo que no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Pero hay momentos del
día en que todo parece achicarse, las situaciones hacinan aun en las
habitaciones mas grandes. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Entonces yo huyo, como me fui alguna vez, pero
entonces tenía ganas de irme de dejar todo por mucho tiempo, ahora tengo
siempre ganas de volver y ahora que por fin estoy tanto tiempo aquí me debato
entre la necesidad de consentir a todos, seguirles sus manías y el horror de mi
pertenencia a un lugar a la par hermoso y tenebroso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Duermo todas las
noches esperando despertar asustada con el dolor, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">pero los días
pasan uno a uno lentos, apilándose en el calendario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Sé que esta
espera tiene un fin muy cercano por eso cada cosa que hago pierde sentido, todo
es un hilvanar de minutos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Por eso me siento
a escuchar a mis padres quejarse uno del otro, sutilmente y a veces no tanto,
como olvidándose ambos que soy su hija.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Por eso acompaño
a mi casi centenaria abuela, nos escuchamos el silencio cortado por la tele,
perdida ella en el limbo senil, volviendo solo a veces para asegurarme que esa
noche sí nacerá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Por eso le
muestro fotos de plantas y viveros a mi madre, casi segura que heredará la longevidad
y que solo la ocupación podrá salvarla de la total decadencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Por eso escucho a
mi padre, le perdono y le vuelvo a querer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Por eso me paso horas coloreando con mi hija, segura que después no podre darle este tiempo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Por eso le peino a mi hermana unas trenzas imposibles, para que los años de diferencia y distancia se acorten entre nosotras.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Destilo café para
uno, acomodo el ropero para el otro, doblo los calcetines de uno y miro las
noticias con el otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Su tiempo de deidades
ha finalizado, ahora la ternura de su humanidad me conmueve.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Somos cuatro
generaciones en el mismo techo, todos esperando, un poco más o un poco menos, a un niño que todavía no quiere nacer.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-36063828112121119352013-04-09T21:22:00.002-04:002013-04-09T21:22:18.889-04:00Música de banda (final)<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Un martes Víctor no fue
al cine, entonces fui yo a preguntar por él. Lo que encontré en su casa fue un
copón negro en la puerta y a él metido dentro de un cajón. Una fuga de gas me
dijeron, paso del sueño a la muerte en una sola noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Regresé a casa como
sumergido en agua, Estela me dio un abrazo que no pude corresponder, estaba
enterada de todo y lloraba con esas lágrimas que le salían por todo y nada. La
despedí y regresé al cuarto de Lidia. Cinco años llevaba ahí tendida, con las
llagas purulentas, sin poder morirse, otro tantos años de tratamientos y viajes
habían precedido su enfermedad, pero seguía ahí marcando el ritmo de los días,
los suyos, los míos, pero los días, en su inmovilidad daba pautas imponía
acciones, regulaba la vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Yo era un robot, inmune
ya a todo, me había acostumbrado al dolor, a la enfermedad convivía con ella
como se hace con una puerta rota que nadie repara nunca. También convivía con
mis propios pensamientos, mis deseos oscuros de ver su cama vacía, el temor a
lo que vendría cuando ella no estuviera, pero esos eran pensamientos que se
borraban con la tardanza de la muerte, con el tiempo y una agonía que se había
convertido en rutina. Una rutina que me hizo fuerte, inmune.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">La banda tocó música de
carnaval en el cementerio y no pude contenerme, lloré con un llanto desesperado
que no me brotaba desde la infancia. No había nada más que esa música
apoderándose de mi pecho y mi pobre amigo siendo encajado en el nicho. Ni las
miles de coronas, ni las miradas, ni mi hermana, ni esa extraña banda, no
quedaba nada que me detuviera, que contuviera ese llanto entrecortado y pueril.
Todo estaba borrado en esa borrachera de dolor que me inundó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Volví a casa, el cuarto
de Lidia estaba en penumbras, entré y me senté en la cama. Casi imperceptible
debajo de las sábanas, ella respiraba.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-33233746952131747302013-04-08T18:34:00.000-04:002013-04-08T18:34:35.434-04:00Música de Banda (parte 3)<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Además de la cocina otra
de las pasiones de Víctor era el carnaval, era miembro de una de las
fraternidades más antiguas de la ciudad y nunca estaba exento de
responsabilidad durante los preparativos de cada año. El carnaval le servía
para iniciar el año con fuerza, festejando y trabajando mucho, pero él mismo
sentía la angustia de la felicidad con fecha de caducidad, por eso mismo
bailaba, bebía y cocinaba con todo ardor, presintiendo el fin.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Luego era su peor época,
era un tiempo de tardes largas, del despertar de todos los demonios. Venía el
aniversario de la muerte de su abuela que siempre lo deprimía un poco, además
el ritmo del trabajo disminuía la gente quedaba sin dinero luego del derroche y
escaseaban los pedidos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Me dijo que la última
vez fue la peor, además de la tristeza empezó a tener insomnio, primero solo
por algunas horas pero luego hubo semanas enteras en las que prácticamente no
durmió nada. “Me asusté”, me dijo. Y fue así que llegó ir al médico. No creía
demasiado en la medicina ni en los doctores pero luego de tantas noches sin
dormir, torturado por una tristeza que el mismo no entendía decidió hacer caso
las indicaciones. A base de pastillas recuperó el sueño y cierta tranquilidad,
la receta del doctor no solo eran esas pequeñas pastillas blancas sino buscar
una ocupación extra. Ya era un hombre maduro y le costaba encontrar alguna actividad
en la que se sintiera cómodo, los deportes definitivamente no eran lo suyo,
tampoco era demasiado creyente como para volcarse a las actividades de su parroquia,
por eso cuando supo que lo martes el cine era dos por uno le pareció una
excelente idea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;"> Contra toda moda en nuestro pueblo el día
martes era el de dos por uno. Nadie preguntó nunca porque martes, igual era la
única distracción en la ciudad además de bares de mala muerte siempre abiertos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">En mi caso las películas
de los martes las veían sin importarme nada el título, debía ver una película y
lo hacía con rigurosidad y disciplina. Los martes eran los días en que mi
hermana Estela podía ir a casa y quedarse con nuestra hermana menor Lidia. Un
solo día a la semana por dos horas Estela hacía malabares para conseguir con
quien dejar su panadería y sus nietos, a los que cuidaba mientras supervisaba
su negocio. Esas dos horas eran el tiempo en que yo podía hacer algo que no
tuviera ninguna relación con Lidia, su enfermedad y su cuidado. No tenía mucho
de donde elegir, el cine, su proximidad a mi casa, la posibilidad de volver
pronto me bastaban para que sea mi única elección. Luego volvía a casa despedía
a Estela y volvía a la rutina de Lidia. De acuerdo al día y a la temperatura
tocaba pasarle la esponja húmeda, cambiarle las sábanas, tomarle la presión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Saltando un día la
enfermera y yo la poníamos en la silla de ruedas frente a la ventana para
mostrarle las calles, el ir y venir de los autos, la gente. Al principio a ella
le gustaba, pero con el avance de su enfermedad quería menos, luego nada y
finalmente no podía decirnos si le agradaba o no. Todos los días sin falta le
colocábamos los ungüentos para las llagas, unos cataplasmas de aloe que nos
había recomendado el doctor. Ni las mejores pomadas daban resultado en esas
heridas atroces producto de su inmovilidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">El cuarto de Lidia
estaba junto al mío separado apenas por una pared. Puse mi cabecera junto a la
suya así podía escuchar desde mi habitación si ella se afligía o sofocaba.
Aquellas habitaciones eran las mismas de nuestra infancia. Lidia dormía toda la
vida con Estela hasta que se casó y puso la panadería. La habitación de las
chicas era amplia, antes de los frascos y la mesa con las medicinas, tenía una
alfombra que era el lugar de juegos y luego el de peinados, hasta que nos
hicimos grandes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">El ropero permanecía en
el mismo lugar, pero sobre la alfombra del piso teníamos ahora un plástico
traslúcido que ella misma puso las primeras épocas de su tratamiento cuando
todo se empezó a derramar en el piso. El velador donde hacían sentar a sus
muñecas era ahora el lugar donde se ponían los frascos de las medicinas. El tul
de la cortina estaba cambiado por una tela pesada que corríamos pocas veces. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">En la pared sin embargo
se habían ido quedando los recuerdos de toda la vida. Una estampita de su
primera comunión con el dibujo de una niña hincada en actitud piadosa, con
borde troquelado y brillo. Una foto blanco y negro de Lidia, Estela y yo,
sentados en orden de nacimiento en el pórtico de la casa, debía ser un día de
fiesta porque las chicas tenía unas moñas enormes que les cubría la mitad de la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Con Lidia trepábamos
arboles, recorríamos la ciudad en bicicleta, jugábamos al rompe cocos, nos
hacíamos sándwiches de pan con azúcar y escondíamos las galletas de Estela para
comerlas nosotros solos, muertos de risa llenándonos la boca de galletas con
moho. De jóvenes la acompañaba a los bailes, nos contábamos secretos, yo
golpeaba a quien me pidiera, ella me hacía preguntas de los exámenes, sabíamos
todos los trucos para esconder ayudas memorias bajo la manga. Luego nos hicimos
grandes, viajamos algo, trabajamos un poco, Estela se casó y en algún momento que
me resulta difícil recodar, sin saber cómo y cuándo, la enfermedad ya nos
rondaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Esa parecía otra vida,
como si nunca hubiera sucedido, solo las fotos eran evidencia de que hubo un
tiempo en que se abrían las ventanas y se escondían las galletas. Ahora no se
esconde nada sino la enfermedad, la muerte a la que ya no le tenemos miedo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Estas cosas también se
las conté a Víctor, me hubiera gustado hacerlo naturalmente como
correspondencia a su franqueza, a la espontaneidad con la que solía relatarme
los retazos de su vida. Yo necesité de sus preguntas, me hicieron falta sus
silencios expectantes. Y ahora me hacen falta también sus preguntas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Mis idas al cine se las
debo a Estela, que prácticamente me obligó a ir. Un día me vio aplicar la
morfina y luego seguir con mi taza de té mientras ella sollozaba. Me obligó a
tomar los martes libres y yo elegí ir al cine.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">La casa de Víctor y la
mía quedaban en el camino así que hacíamos el mismo recorrido de regreso, nos
saludábamos a la entrada del cine y nos despedíamos en la puerta aunque era
obvio que tomábamos el mismo camino de regreso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Llegar a la casa dejar
las llaves, sacarse los zapatos, abrir la puerta, en la mecánica de los martes
ver a Víctor era un nota más, así como los saludos formales y las despedidas,
por eso me llamó tanto la atención ver a Víctor en la puerta de mi casa. Solo
una vez en meses no fui un martes y Víctor entre tímido y curioso estaba en la
puerta de mi casa preguntándome el porqué. Así iniciamos nuestra larga amistad
cinematográfica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Agregamos a la rutina
del martes un café, una cortesía tonta que tuve con él como respuesta a su
visita por mi ausencia, yo casi nunca recibía visitas y verlo ahí seguramente
me conmocionó pues a lo único que atiné fue a invitarle a pasar e invitarle un
café. El también se sorprendió de la invitación, me comentó luego que no
esperaba el café, pero que le agradó quedarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Ese primer encuentro fue
incómodo, ninguno de los dos sabíamos qué decir. Serví el café en la cocina y
luego de sorberlo lentamente mientras le comentaba que mi hermana no había
podido hacerme el relevo nos quedamos un largo rato en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -.25in;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">-<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Si quiere se la arreglo- me dijo finalmente Víctor.
Señaló con el mentón algo detrás de mí. No me acordaba cuando había empezado a
gotear el grifo del lavaplatos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -.25in;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">-<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">No debe poder dormir- añadió, pero yo ni siquiera
había caído en cuenta que ese goteo era un desperfecto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Debíamos tener una diferencia
de unos veinte años, nuestras vidas sin embargo solo podrían haber confluido en
la casualidad. Víctor tenía una curiosidad insuperable y asumía que yo sabía
más que él, me preguntaba todo sobre cine, que era nuestro tema común además de
todos los desperfectos que él iba encontrando en la casa y que nos servía de
excusa para programar nuevas visitas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Siempre iniciaba con el
ceño fruncido como si hubiera estado guardando las preguntas durante toda la
semana para lanzármelas el martes. Conforme yo iba respondiendo o esquivando,
las arrugas de la frente se le iban alisando y terminaba siempre con una
sonrisa y un agradecimiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Siempre me hablaba con
preguntas era como si lo haría al intento para que yo no tuviera forma de
quedarme callado. ¿Usted que piensa de los carnavales?,¿Conoce la comparsa los
truanes?, ¿salía a saltar usted en carnavales?, ¿sabe que el picante de lisas
es bueno para levantar el ánimo?, ¿que habrán hecho con toda la comida que se
ve en “El padrino”?, ¿contratarán cocineros para hacer la película?. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Su curiosidad y duda por
el mundo, la gente y el cine eran infinitas, yo intentaba responder de la mejor
manera, viendo siempre si su ceño se iba distendiendo o no para ver si me
creía. A veces yo me inventaba respuestas, porque me dejaba perplejo con sus
curiosidades, ¿Por qué a la gente nos gusta la música? Me preguntó una vez,
quedé pasmado. Podía explicarle la biografía de los grandes compositores,
detallarle las historias detrás de algunas películas, el trasfondo político y
social, pero no sabía por qué a la gente le gustaba la música, ni siquiera sabía
porque a mí mismo me gustaba la música.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-65674940182871081642013-04-05T18:11:00.000-04:002013-04-08T18:23:25.949-04:00Música de banda (parte 2)<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Los miércoles iba al
mercado casi de madrugada salía con la calle aún a oscuras bien abrigado, no
faltaba nunca al encuentro sabatino con las caseras las mismas de su abuela.
Las calles del mercado se paralizaban a esas horas cuando llegaban los camiones
del campo, solo al él por hombre, casero y madrugador le vendía al por menor
los mejores productos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Esas compras eran en
parte la clave de su negocio. Conseguía los mejores productos para hacer
enrolladlos, chorizos y toda clase de manjares criollos. Se pasaba largas
tardes cortando verduras, embutiendo condimentos y mezclando en grandes ollas, la
venta lo compensaba todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Trabajaba con entusiasmo,
por eso mismo tenía pedidos casi a diario, ni qué decir los días de fiesta y
los fines de semana. Regresando de la compra prendía la radio y trabajaba
afanosamente hasta que los clientes iban llegando de a poco a su casa a recoger
las viandas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">A las cuatro de la tarde
solía tener la cocina limpia y los enseres secando al sol. Se tomaba un café
destilado mientras hacía las cuentas, luego anotaba las ganancias en un
cuaderno sucio y oloroso. Con el descanso le venía la tristeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Me contaba que se veía a
él mismo en esa pequeña pieza donde había visto morir a su abuela y donde ahora
él estaba solo, los billetes haciendo su colchón más mullido pero finalmente
solo. Sobrellevaba bien esa ausencia con sus tareas culinarias pero siempre
había unos minutos al final de la jornada donde podía sentir la angustia. A
veces también le pasaba justo antes de prender la cocina, cuando tenía todo
picado y hacía una pausa para revisar que todo esté en orden. Decía sentir un
vacío como si todo ese afán no tuviera sentido, el tiempo se detenía en la
habitación como suspendido por el ruido de la radio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Según me contó luego hubo
un tiempo en el que deseaba fervorosamente encontrar pareja pero luego de
varios intentos fallidos había llegado a la conclusión de que sus dotes
culinarias le jugaban en contra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Se había enamorado
varias veces, recordaba sobre todo a Maribel una carnicera joven de cejas
espesas que lo tuvo dando vueltas y finalmente se quedó en su casa varios fines
de semana. Maribel tuvo que aguantarse la angustia ante la suculenta sopa de
maní que su amate le había preparaba el primer fin de semana, quería probarla
asegurarse del nivel de sal, pero sabía que eso podría ofender a Víctor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">La próxima vez fue falso
conejo y la tercera no pudo más, si ella no era dueña de la cocina y de la
comida jamás podría ser dueña de ese hombre. No pudo explicárselo a Víctor así
que le dejo una nota de despedida, tal como había visto en una telenovela “No
te merezco.” Víctor no la volvió a ver
más. Eso dejó a Víctor compungido por un tiempo, me dijo que no lograba
entender lo que había sucedido. Solo en la siguiente conquista cayó en cuenta
de su verdadera condena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">La segunda en quedarse
en su cama fue Isidora, una hermosa mujer de caderas anchas que no le dio
tiempo ni de respirar, las noches con Isidora eran intensas, llenas de
extravíos. Víctor me contaba todo con una inocencia plagada de expresiones que
me obligaban a contener la risa. Describía a la mujer con sus manos como si los
ademanes podrían dibujarla en nuestra presencia, se perdía en sus recuerdos
detallando y luego era como si despertara, asustado de haberme ofendido se
disculpaba continuamente y me daba un respiro para que yo pudiera al menos
sonreír y decirle que no me molestaba en absoluto lo que me decía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">“Yo quedaba cansado”
decía Víctor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Agotado por la faena
amatoria, como nunca en su vida se levantaba tarde y cuando lograba
incorporarse Isidora ya casi había terminado de cocinar el almuerzo. Víctor
comía callado, pero en el fondo de su paladar sabía que faltaba un toque de
pimienta, que el perejil estaba picado muy grande. No le decía nada a Isidora
pensando en la noche que se venía, en silencio se comía todo sin chistar y
guardaba sus exigencias culinarias para él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Pero lo de Isidora
estaba destinado a la tragedia, el paladar le traicionó a Víctor una mañana
cuando probó la sopa que Isidora había dejado
hirviendo y tuvo la osadía de aumentarle sal justo en el momento en el
que ella se asomaba por la puerta. Tamaña ofensa nunca fue olvidada por
Isidora.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-82589158982961906082013-03-29T21:48:00.001-04:002013-04-08T18:32:54.078-04:00Música de banda (parte1)<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Desde niño aprendí a
tragar lágrimas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Cada vez que me veía
llorar mi padre me daba un pellizco, era un pellizco de uñas, infame y agudo
que me dejaba una marca morada por varias semanas. A plan de marcas en el brazo
fui dominando el arte de contener lágrimas. En las peores caídas de mi niñez me
paraba hidalgo sacudiendo el polvo de mis rodillas, ese tiempo me servía para
respirar y luchar contra esa pelota de lágrimas que se me iba formando en la
garganta, trepando presurosa hasta mis ojos. Luego del porrazo mi padre y su
mirada estaban sobre mí como un halcón listo a clavarme sus garras. Yo
respiraba, deslizaba las lágrimas y me las tragaba mientras me frotaba las
rodillas, a lo sumo torcía la boca, iba deslizando una a una todas las lágrimas,
tragándolas con dificultad, sintiendo su sal en mi garganta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Con el tiempo aprendí
otros trucos, convertía esa pelota en una fuerza que bajaba hasta mi brazo y
daba un puñete, o incluso hasta mi pie volviéndola en una brutal patada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Mis hermanas en cambio
recibían abrazos y mimos con cada llanto, para mí la recompensa venía con la
palmada en la espalda o la mirada de aprobación justo después de comprobar que
no había llorado. El sabor salado en mi garganta se hizo con el tiempo
imperceptible. Todo ejercicio tiene sus resultados, el mío fue la ausencia de
llanto, pasé años sin derramar una lágrima, la angustia y el dolor me pegaban
en seco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Mi desborde más cercano
fue el velorio de mis padres, sus muertes seguidas apenas con meses se juntaron
cargadas ambas de una pesadumbre densa como una nube que puso a prueba mi
capacidad de contención. No era ni siquiera la pena, era el contagio que sentía
por el llanto de los demás, el dolor acuoso de mis hermanas acompañando mi respiración
con sus quejidos, un golpe con cada quejido en la poderosa represa que durante
años había construido. Aún así resistí hasta el último momento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">………<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">La velocidad de la vida
no es la de los sentimientos, las cosas se suceden con un compás diferente al
de la razón y el sentimiento, nos toma años procesar el dolor y la felicidad,
pensar sobre ellos. Para cuando los hemos comprendido, muchas veces es tarde.
Me tomó años encontrarme cara a cara con el dolor, fue Víctor el que lo trajo él
que nunca hubiera querido hacerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Víctor era un hombre
peculiar uno de esos niños que no se sabía de dónde había salido, su padre y su
madre nunca se habían visto junto a él, creció con su abuela una mujer que
siempre fue vieja y que era toda su familia. Doña Edelmira se llamaba, tenía
una gran mano para la comida criolla, contaban que de chica había trabajado de
cocinera en una familia muy bien acomodada donde no le hacían faltar los
mejores ingredientes, se decía que había llegado a tener hasta cinco ayudantes
a su mando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Fiel acompañó a sus
patrones hasta el límite de su bancarrota y sólo cuando remataron la casa y no
pudieron pagarle un sueldo decidió independizarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Se perdió de vista por
varios años, se decía que había estado en Argentina y que había tenido una
hija, pero las versiones no pasaban de ser simples rumores. Un buen día
regresó, algo avejentada pero con su espíritu laborioso intacto, no dio
demasiados detalles sobre su ausencia, consiguió un puesto como barrendera
municipal y no le costó trabajo usar sus habilidades culinarias para ganarse un
dinero extra. Poco después de nacer Víctor quedó al cuidado de ella sin mayores
noticias de sus padres, de pronoto un día apareció cuidando un bebé y mantuvo
el mismo mutismo que había tenido sobre su ausencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Mientras era bebé lo llevaba
a la espalda incluso en las madrugadas, barría las calles y le cantaba unas
tonaditas lentas para que quedara dormido, bien cubierto con un paño delgado
para que no respire la polvareda ni tome frío. La mujer se fue dando modos de
criar al niño, de cocinarle, de mandarle a la escuela, pero los años le iban
pesando. Ella se encorvaba mientras el niño ganaba estatura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES-BO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES-BO; mso-fareast-font-family: Arial;">Contra sus principios y
obligada por las circunstancias, tuvo que enseñar a Víctor los secretos de su
cocina. Al principio su abuela le encomendaba pequeñas tareas como encender la
olla, o pelar papas, pero la necesidad de ganarse unos pesos extras, hicieron
que fuera delegando a su nieto tareas cada vez más complejas. Víctor a los diez
años pelaba papas mientras miraba la televisión, tan entrenado estaba desde chico
que le salió natural el gusto por la cocina. Cuando la viejita se fue de este
mundo Víctor tenía ya una bien ganada fama de chef criollo. <o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-30393475535049501282013-03-22T16:54:00.000-04:002013-03-22T16:54:17.702-04:00<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Intenté con la
costura y también con las manualidades pero simplemente no soy yo. Al tejido y
al groche ni me acerqué porque tengo demasiadas imágenes prejuiciosas asociadas
a estas actividades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Lo cierto es que las
ganas de hacer algo con las manos tiene alguna explicación, el instinto animal
es la más fácil de comprender. Como cualquier otra hembra del reino animal, una
prepara el lugar para que llegue la nueva criatura. Es lógico, tiene sentido,
es solo que cuando se trata de los humanos todo se complica se llena de
remilgos, de prejuicios, de explicaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Cuando esperaba a
la Lucía dejé el trabajo al quinto mes, de un trabajo de ocho horas me vi de
pronto pasando todo el día en casa sin dinero y con todos los fantasmas reales
e imaginarios de las embarazadas primerizas. En esa locura visité a todos mis
amigos con quienes había perdido cierto contacto, uno de ellos tenía una perra
que acababa de parir (he contado esta historia varias veces, pero por algún
motivo no me canso de hacerlo). Yo sentía simpatía por el animal porque creía,
y aun creo, que estábamos compartiendo una misma experiencia vital, ella un
poco antes que yo claro pero inmediatamente me nació la solidaridad. Como
andaba sin trabajo y con la mente ocupada en tonterías me hacía ilusión pensar
en criar a un cachorro humano y uno canino al mismo tiempo, así emprendí una
faena irracional justificada solo por el coctel de hormonas de la preñez. Tenía
en mi cabeza esta imagen cursi de madre hermosa y recién parida (combinación
imposible) que sale de paseo con un cochecito de bebé y un hermoso perro que
apenas tira de una cadena, se sienta en un parque y lee deliciosamente un libro
mientras los dos cachorros duermen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Aun no entiendo
como no pude atar los cabos de la lógica y el sentido común en esa tonta imagen,
creo que se debe en gran parte a que vi mucho “101 dálmatas” cuando niña. Ahí
todos los perros eran hermosos, sabios y educados o al menos tenían una gracia.
Esas imágenes más la obnubilación de la maternidad trastornaron mi juicio. Por
supuesto que crié a mi perra y para eso me leía varios manuales y fijé mi
rutina según las indicaciones del “La guía de tontos para criar perros”. Hasta
ahí fue todo bien, pero el caos comenzó cuando la bebé y el perro comenzaron a
comportarse como lo que son, no figuritas de Disney sino seres de carne y hueso
que quieren atención, ensucian pañales y perforan mangueras del vecino,
respectivamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">El aterrizaje a
la realidad fue forzoso, me costó pedir muchas disculpas reponer zapatos,
mangueras y leer a la par un libro para madres primerizas y cómo enseñas a
dormir a menores de un año.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">El saldo final
fue positivo: sobreviví.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Quiero pensar que
mi instinto de preparar el nido se canalizó en la crianza de otro ser vivo. Me
agradó que fuera así y no en un ajuar completo de lana de angora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Pero ahora en
situación similar, descartada la crianza de otro animal y con el de tres años
demandando mi continua atención creo que lo único que podré hacer es escribir
tonterías y guardarlas para que las lea algún día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Me gustaría leer
ahora lo que mi madre hubiera escrito cuando me estaba esperando, ella era (y
aun es) una mujer muy racional y fuerte, no tiene ni tuvo tantas pajas mentales
como yo. Seguramente tejió un par de cosas y arregló un maletín con lo más
práctico sin hacerse demasiado problema de nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Mientras yo doy
vueltas en la casa impaciente sin saber muy bien qué hacer, segura de que
olvidaré llevar al hospital lo importante y angustiada por cualquier cosa como
si el mundo reclamara mi presencia y no fuera yo la que hubiera aceptado y
forzado tomar distancia de él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Lo único que
puedo hacer con mis manos, que ya es bastante inútil y no abriga nada, son
estas letras tontas. Ojalá al menos le sirvan para reírse un poco en el futuro
cuando yo sea por fin una persona mayor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-81835214562520522442013-03-21T17:12:00.002-04:002013-03-21T17:12:18.953-04:00<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">La situación
ideal para escribir no existe, si se da es un golpe de suerte, lo que en
realidad tendría que haber es voluntad y disciplina, luego pueden darse momentos
inspiradores pero en realidad todo se basa es un ejercicio constante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Una vez decidí
pintar por mí misma el departamento donde vivía, la tarea no solo se me hacía
retadora sino interesante, me veía escogiendo colores y cubriendo paredes con
pintura, una escena tonta de película. La realidad fue que de todo el tiempo
que tardé en pintar esa casa el ochenta por ciento lo ocupé en todas las otras
tareas previas y posteriores que implican pintar. Lijar las paredes de la
pintura vieja me tomó varios días, lo mismo sacar los enchufes e interruptores,
ni qué decir poner cinta adhesiva de papel para delimitar los colores de techo
y paredes, además cubrir los pisos, mover los muebles. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Para cuando me
tocaba realmente sumergir el rodillo en la pintura estaba agotada y con muchas
ganas de dejar todo tal como estaba. Tuve que terminar por supuesto pero todo
el romanticismo alrededor de la idea de pintar mi propia casa se derrumbó por
completo. Fue una experiencia aleccionadora porque luego pude extrapolarla a un
montón de otras tareas de ese tipo que se ven de lo más interesantes y buena
onda pero que en realidad son un trabajo árduo y lleno de procesos previos y
posteriores sin los cuales nada saldrá bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Todo es oficio
supongo, práctica, maña, hacer una y otra vez hasta conocer las herramientas
los procesos, los secretos. Pero para eso hay que tener, otra vez, voluntad y
disciplina. Los artesanos a pesar de la idea más romántica que de ellos se
tiene aprendieron por necesidad, pero no es precisamente el entusiasmo lo que
los hizo expertos sino años e incluso generaciones de práctica de saberes
pasados de unos a otros. No es raro entonces que haya artesanos que hayan
muerto con lo que sabía, les habría costado tanto aprender su oficio que
prefirieron llevárselo a la tumba antes que enseñar a alguien que no fuera
digno de esos saberes, entre ellos incluidos sus hijos e hijas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">El entusiasmo es
engañoso, mejor dicho sirve mejor para algunas cosas, empresas cortas
actividades con un principio y fin claros. No para los oficios, no para lo que
requiere ser testarudo, estar asfixiado por la necesidad o simplemente no tener
alternativa. Desde ese punto de vista muchas virtudes son en realidad fruto de
no tener otra salida. Cuando uno tiene muchas opciones se convierte en un bueno
para nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">El punto es que
en la búsqueda del momento perfecto para escribir uno se da cuenta que no
existe, las excusas para no hacerlo son más fáciles de encontrar que en
cualquier otro oficios, desde no tengo tiempo hasta no tengo lápiz. En el fondo
lo que hay es un profundo miedo a no poder hacerlo, o a hacerlo mal como
siempre que un aficionado deja de mirar para empezara a hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-33259485700797599262013-03-19T17:56:00.001-04:002013-03-19T17:56:13.428-04:00Hace un tiempo vivía con una prima en el décimotercer piso. Era una suerte, la ciudad era fría y llena montañas así que vivir tan arriba nos permitía tener el sol casi durante todo el día entrando por alguna ventana. Ahora vivo en una ciudad plana en el cuarto piso, pero aquí hace calor y solo dan ganas de escaparse. Llegan las once de la mañana y me voy impacientando como si algo terrible e inevitable fuera a pasar, me invento cualquier plan para bajar las gradas. En la planta baja con por lo menos cuatro grados menos la gente camina tranquila o a veces no hay nadie y me siento tonta en el pasillo sin tener nada más que hacer que no sentir calor. Podría pasar la tarde sentada en las gradas, esperando que el sol se vaya como si fuera un visitante que no puedo sacar de mi casa y que solo debo esperar a que se vaya.<div>
En la noche me llega el fresco y me siento estúpida, no es posible que no pueda vivir en una casa calurosa, razono, respiro hondo y me tranquilizo, en la noche es fácil tranquilizarse con veinte grados a las diez de la noche. </div>
<div>
Pienso que hay mucha gente que vive en climas extremos, calores sofocantes o fríos que duran casi todo el año, porqué no podría acostumrbarme yo, a un clima un poco más caluroso?. Pero luego me da sueño y el día vuelve a pasar, y son de nuevo las once de la mañana y luego llegan las tres y es un día despejado y yo otra vez sin saber que hacer muerta de calor, enloquecida por el sudor y las ganas de sentarme en el pasillo en la planta baja a esperar que se pase el sol.</div>
<div>
Luego otra vez la noche, las razones, la averiguaciones sobre aire acondicionado, el cansancio y el sueño. Y así cada día en un ciclo malévolo. </div>
<div>
El invierno será bueno, me digo para consolarme.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-22627321938922553842013-03-04T14:40:00.003-04:002013-03-04T14:40:45.233-04:00Gracias al fútbolPuedo entener la pasión humana por casi cualquier cosa, pero por el fútbol sí que me cuesta. Me rechiflan y desacreditan mis amigos hinchas pero es la verdad, me dicen que no es posible que haga tal afirmación, por lo general me repiten frases de periodistas deportivos como "futbol pasión de multitudes" pero ninguno logra articular alguna argumentación válida más allá del enojo reflejado en la frase "es que no entiendes".<br />
<br />
Debo partir diciendo que yo soy en general poco sensible a las emociones deportivas en general, fruto de mi natural tendencia a dormir mucho y no ejercitar el cuerpo quizás, o a lo mejor de mi profesora de educación física que nunca me dejó postularme para el equipo de basquet y me fue raleando discretamente para no tener que mirarme a los ojos y decirme de frente "no tienes ninguna chance chica, me haces perder el tiempo".<br />
<br />
Cualquier fuera el o los motivos lo cierto es que soy poco sensible a los deportes pero no insensible, un par de letras hace toda la diferencia. Yo miro con pasión las olimpiadas e incluso en las copas mundiales de fútbol disfruto de las reuniones sociales al rededor de la tele y de seguir los partidos por las conexiones piratas que los fans ponen en internet. Pero hasta ahí.<br />
<br />
Tengo entrañables amigos, genios, poetas, que mutan en seres dominados por un balón, con su humanidad predispuesta a cuarenta y cinco minutos por lado, no son nada ni nadie cuando hay un partido de su interés. Cualquiera aguanta dos tiempos, pero durante el mundial del futbol o los finales de los campeonatos uno puede facilmente sentir que vive en una ciudad zombie. Se apodera una muerte cerebral masiva, desde el micro, la prensa, el facebook y ni qué decir la televisión, la gente respira una atmósfera llena de pelotas, camisetas sudadas y excitación incomprensible.<br />
<br />
Puedo entender cierta euforia por equipos con trayectoria o una brillante liga nacional, pero al fan boliviano le creo menos que a cualquiera, tal vez por eso en Bolivia uno nunca es solamente hincha de un equipo nacional sino que tiene otro de un país vecino o sigue "la champions" o se interesa por el "calccio" o tiene una polerita del real madrid. La evidencia no es poca para dudar de la capacidad deportiva nacional, uno tiene que alimentar esa pasión aunque sea con glorias ajenas.<br />
<br />
Está pasión además se le atribuyen cualidades superpoderosas, la unión nacional es muchas veces puesta en juego cuando se habla de las cada vez menores posibilidades del seleccionado boliviano. Mientras los raquetbolistas disputan la medalla de oro en campeonados mundiales, los titulares deportivos se pierden en los culebornes cada vez más telenoveleros de la dirigencia futbolística.<br />
<br />
Al futbol, supongo, lo mantiene vivo como una pasión la imposibilidad de dar glorias. El conformismo nacional es reflejo de las miserables gloria.<br />
<br />
Algunas otras serias taras del fútbol y su fanaticada son:<br />
<br />
<ul>
<li>El uso indiscriminado de adjetivos: bola, pelota, esférico, etc, etc.</li>
<li>La triste prentención que todo en la vida puede tener una descripción futbolística: "le golearon", "no da pie con bola", "son cosas del fútbol", " me sacaron tarjeta roja", etc,etc.</li>
<li>La facilidad con que el tema deja fuera de conversación a un montón de gente que no ha visto el partido y la molestia de tener que responder cada vez NO a la preguntita de los lunes en la mañana "viste el partido?", como si fuera una obligación moral.</li>
</ul>
<div>
Lo que sí le agradeceré al futbol por el resto de mi vida es la preciosa tonadita de los relatores, que en su intento de innovar no hacen más que arrullar. A esa grácil melodía le debo las mejores siestas de fin de semana. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-23050668092993887462013-02-14T11:48:00.001-04:002013-02-14T11:48:35.055-04:00La hija del medioQuisiera venir de la riqueza de las culturas ancestrales<br />
pero apenas llego a reconocerme en la promiscuidad del mestizaje<br />
muy morena en las fiestas de salón<br />
blancucha en los mercados<br />
<br />
No hablo ninguna lengua indígena<br />
pero imito la entonación de jailones<br />
una "g" en vez de "r"<br />
también una "r" larga y arrastrada como en los micros<br />
<br />
camino siempre en el medio<br />
hermosa en las fiestas de pueblo<br />
corriente en los salones de té<br />
<br />
Moriré por comer tripitas en las esquinas<br />
deseando de vez en cuando un "crambulé"<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-69289022727674828552013-02-07T10:08:00.002-04:002013-02-07T10:08:51.899-04:00Justicia vialLa cercanía del transporte pesado y el roce diario con el transporte público hacen brotar mi lado animal. Hace varios años que manejo y podría sentirme privilegiada, muchas veces es así. Pero mientras más manejo, más disfruto cuando me subo a un micro y puedo sentarme y perderme en mis pensamientos sin preocuparme por algun desgraciado que quiere adelantarme por derecha.<br />
<br />
El tráfico vehicular es sin duda la expresión misma de la jungla de la ciudad. Es en el pavimento donde los instintos de supervivencia de las cavernas encuentras su huequito para prevalecer.<br />
El hombre y la máquina siempre han tenido un amorío problemático, por eso cuando aparecieron las muejeres al volante simplemente no les gustó porque es "poco natural", una relación lésbica e incómoda, así que manejar no solo conlleva la complejidad de sumergirse en la selva de motores sino, de yapa, toparse con alguien que te grita "vaca!!" a manera de insulto justo después de que le hayas dicho "caballo" advirtiéndole del cuadrúpedo que está a punto de atropellar.<br />
<br />
Aun en las mañana lluviosas, y viendo las nubes negras que desde el cuarto piso me permiten pronosticar el clima mejor que en la tele, puedo tener un excelente humor. Incluso sortear el desafío de las gradas sin barandas, sostener a una niña de tres años que se niega a quitarse las botas de agua que le quedan grandes y cargar un bolso lleno de cosas, nada de eso logra variaciones en mi humor. Pero ante el tráfico me rindo, dejo brotar mi instinto y mi espíritu justiciero.<br />
<br />
Ayer fue mi día de "boy scout" el trufi que iba delante chocó con un auto estacionado, por supuesto se dio a la fuga porque el dueño del auto no estaba allí. Memoricé la placa del auto delicuente y estacioné cerca, busqué en el bolso un papel y en el dorso de una invitación de matrimonio escribí "el auto que le chocó era un trufi de la línea 45 placa XXXX", lo deje en su parabrisa.<br />
<br />
Lo único que me faltó fue la espada para hacer la "Z" . Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-59323235117983264482013-02-05T11:16:00.001-04:002013-02-05T11:16:11.062-04:00Internet te hace creer que todo es posible, pero haces click en "apagar" y la vida sigue igual.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-40187621447153712332013-02-04T15:06:00.001-04:002013-02-04T15:06:34.681-04:00El asunto es siempre encontrar las palabras de inicio, la forma de comenzar todo y la frase siguiente. Nada funciona sin esas dos partes. El final es dificil también pero se ve como muy lejano aun, el problema incial es las dos ideas que conecten concuerden y abran por fin la puerta.<br />
Lo peor es tener ganas y no saber cómo comenzar, es un poco como el sexo con un desconocido, uno sabe lo que quiere pero no sabe como llegar al momento mismo, al punto en que todo fluirá y por fin se dejará de pensar.<br />
Una maestra de las crónicas como es Leila Guerreiro, dice que corre en las mañanas, o que simplemente da vueltas en su casa hasta que algo haga click en su cabeza. El comienzo es difícil por eso se guarda un carpeta con recortes de coas que le interesan y que podrían servirle. Hay muchas manía que a mi emgustaría compiarle a la gente, esa de cuardar recortes me gustapero simplemente no tengo la disciplina, me gustaría tener algún tik delator algo así como que me tiemble o ojo o rascarme la punta de la naríz, pero esas cosas son involuntarias y yo tengo mucho de personal normal para tener señas tan particulares.<br />
<br />
Luego del primer párrafo viene la deriva, por fin libres del primer impulso habiendo saltado finalmente a la piscina de las palabras uno abre una nueva ventanita del chat, o cambia de música, o cualquier otra cosa que no tenga ninguna relación con lo que se va a escribir. Es como el engaño del "tentenpie". Ese bocadito que comemos solo para distraer el estómago mientras el hambre sigue.<br />
<br />
No sé bien como se escribe, si tiene que ver con la rutina, la disciplina la posibilidad o tantas otras cosas. Solo siento muchas ganas. Unas ganas incontenibles que me hacen incluso escribir tonterías. Pero bien me digo, creo muchos más en eso, en esas ganas fuertes casi animales.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-46493434005732002212013-01-08T09:09:00.000-04:002013-01-08T09:09:02.708-04:00Lo del vaso medio lleno o medio vacío es cierto. Yo a esta nueva casa prestada le veo cosas buenas y malas según mi humor. No me hace gracia su temperatura tropical, su piso manchoso, ni su ubicación en el quinto piso sin ascensor. Me gusta la tina, el ropero grande y el vértigo que se siente al mirar por la ventana. Debo acostumrbrarme, agradecer mis opciones. Miro las cajas por subir desde la ventana y quisiera volar o conseguir una polea, pero la Lucía aún no puede tirar de ninguna cuerda sin tomarlo como un juego y yo tengo una panza enorme como una sandía. Paciencia me digo. Paz y ciencia.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-35597947163628541102012-12-29T22:18:00.002-04:002012-12-29T22:18:27.059-04:00Las vacaciones son el tiempo perfecto para romper las rutinas, comer demás y caer en la inercia del ritmo de las fiestas.<br />
Mi padre mira un programa de "todovale" un ring donde dos tipos con guantes se rompen a trompadas, lo ve sin parpadear con el volumen alto porque hace tres semanas que se lo viene perdiendo. Todos los niños que inundan la casa se apoderaron de la tele y con ella de cualquier otra programación diferente a la infantil.<br />
"Que le den su lechita y a dormir" dice el réferi mexicano cuando le dan un nock out a uno de los jugadores, mi padre se mata de risa en su sillón, tiene más de sesenta años mi papá y según me confesó la otra noche mientras tomábamos un té, cree que está viviendo la yapa de su vida en realidad a él llegar a sesenta ya le pareció un milagro. Verlo reírse así, me reconforta pues parece lejos de cualquier cosa que pueda arrebatarlo de nuestro lado.<br />
En esta casa no se cena, se toma un té o un café al final de la tarde. Intento en vano explicar a mis amigos cochalas que el té no es como el té inglés y toda su ñoña mitología, pero con su bagaje gastronómico les es imposible comprender que un té es solo un té y no una ceremonia tonta de tacitas de porcelana. Todavía más específicos son los tés de mi familia, esos ni intento explicárselos a nadie, pero ahí suceden muchas cosas. Se cierran círculos se construyen recuerdos, se escriben epitafios.<br />
El té o el café, o cualquier cosa que se tome no tiene ningún sentido si no es por las cosas que se dicen, por los silencios que se sostienen, por la interrupciones de los niños.<br />
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Una tarde decidieron mover un molle pequeño que estaba en el jardín, trabajaron toda la tarde, sacaron muchas rocas pero la raíz del arbolito se metía en todos los recodos de la tierra, serpenteando por todos los rincones. Al final de la tarde decidieron no moverlo más, les ganó con cincuenta centímetros de altura y tres metros de raíz.<br />
Fue en una de las veces que tomamos té que mi papá me pidió que entierre sus cenizas debajo de ese molle, le pregunté porqué aunque era obvio, sorprendido quizá por mi pregunta y seguro del aura de cursilería de su confesión dijo intentando darle un connotación práctica a su deseo poético "es que no hay como descansar debajo de un árbol".Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-69005731712110920362012-12-11T09:21:00.000-04:002012-12-11T09:21:01.051-04:00sobre el ordenLa peor forma de comenzar un lunes es olvidando las llaves. <br />
Uno intenta ser optimista porque es lunes y ya se sabe que las desgracias acontecidas en este día saben peor. En la puerta cerrada de mi oficina, saco el celular para mandar unos mensaje de auxilio a mis compañeros y me topo con la segunda microtragedia del día, los que llegan temprano tienen una reunión fuera y llegarán tarde.<br />
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Respiro hondo tal vez es una oportunidad para visitar a mi hermana en su oficina y de paso me invita desayuno. Soy una persona con suerte me digo mientra dejo el celular, tengo la opción de la oficina de mi hermana, a los diez minutos de decir esto estoy entrando al edificio donde está la oficina de mi hermana, pero oh! sorpresa no está y todos sus amigos que normalemente llegan temprano justo hoy no han llegado, me trago lentamnente mi discursito sobre mi suerte y me siento en las gradas a esperar.<br />
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Los lunes siempre estoy cansada así que no tengo voluntad de salir y volver al trabajo a esperar en la puerta, total , me digo, de todos modos voy a esperar en una puerta me ahorraré el traslado a mi trabajo.<br />
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Justo el fin de semana un amigo me contaba sobre un vez en la que dejó por olvido sus llaves en otra ciudad, yo le decía que los olvidos tienen su significado, el se justificaba explicandome que era un tiempo en que se olvidaba todo. "por eso mismo" le decía yo, quería hacerme un poco a la inteligente y sacar del olvido mis recuerdos sobre aquellas lecturas freudianas de la universidad, por suerte se me pasó el entusiasmo porque no me acordaba mucho y si mi amigo se ponía preguntón llegaría sentirme muy estúpida intentado hilar partes de teorías llena de telarañas.<br />
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En mi caso los olvidos tienen que ver con la cercanía del fin de año y las exigencias diarias que tengo de organización y mis intentos vanos de ir contra mi naturaleza de desorden.<br />
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Ya lo decía mi madre "ustedes me salieron bien en todo excepto en el orden", lo dice aun con algo de orgullo pues "todo lo demás" fuera del orden es un universo mucho sólido, el orden puede ser una virtud que acompañe o no a las personas, no se niega su utilidad pero tampoco hay que exagerar su virtuosidad. Por supuesto yo sentada en la puerta de una oficina cerrada a las 9:30 de la mañana empiezo a pensar diferente. Si tan solo hubiese puesto la llave a mi cartera no estaría aqui esperando.<br />
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Hasta hoy mis hermanas se rien a mándibula batiente de mis crisis de angustia ante la perdida de diversos objetvos en conflictivos capitulos de mi vida; aprovechan toda reunión familiar para hacer alusión a aquellos desenfrenados episodios de ira desconsuelo y gritos.<br />
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Aprecio el orden y la limpieza en general, mas dutante los momentos de arrependiemiento pero me es imposible adquirir el hábito. En la paciente minuciosidad que requieren, en la capacidad de ampliar el espectro de concetración que se hace necesario cuando uno está cortando un recorte de periódico, devolver la tijera a su lugar es una acción perturbadora cuando lo importante es no perder de vista esa noticia.<br />
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En diciembre por ejemplo me agarra la onda navideña y ya nada me importa sino tiene que ver con las vacaciones. Solo quiero irme, salir de aquí, apurar el final. Se organizan fiestas y despedidas y todo parece una insufrible agonía. La cuenta regresiva es una tortura. Enseguida llegan los familiares y las casas se llenan, abundan los niños y ahí caigo en cuenta que toda esa espera, la ansiedad del fin me lleva a un nuevo caos, el de las fiestas de fin de año. Así el orden es algo imposible, el orden el silencio, la quietud son cosas lejanas a cualquier realidad donde intervengan humanos, entonces para qué luchar contra la naturaleza?.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-43824714003191753532012-11-23T15:41:00.001-04:002012-11-23T17:58:02.080-04:00Miedo a los perros<span style="font-size: large;">Soñé con un perro enorme que se me avalanzaba para hacerme cariños, era de esos pastores alemán grandes y peludos, se restregaba contra mi, me daba cabezasos cariñosos y lenguetazos húmedos. A mi me daba mucha risa esa avalancha de cariño canino, igual le correspondía porque los perros me gustan desde que tengo mi perra Lola, antes les tenía miedo, mucho miedo y eso según dice hace que los perros se den cuenta y te ladren, esa historia de que sienten el miedo fue la historia de mi niñez y gran parte de mi adolescencia.</span><br />
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<span style="font-size: large;">Gracias a ese miedo memoricé la cábala que me enseñaron mis compañeras católicas, entonces yo también lo era claro, uno no tenía alternativas, muy rápido aprendí eso de "San Roque amarrá a tu perro" repetido como un mantra infinito ni bien detectada la presencia del perro en cuestión. Funcionó un par de veces, tal vez más porque yo me creía tanto que funcionaba que me relajaba y el perro no percibía mi miedo, no tanto porque de veras San Roque fuera tan eficiente. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Desmoronado el castillo de la verdades católicas la cábala de San Roque quedó sin efecto, y aunque podría gozar de los beneficios y libertades antes restringidos por los prejuicios católicos la verdad es que en el tema de resolver mis temores caninos no tenía nada. Sentía que San Roque se reía de mi "ahí va la agnóstica ja ja ja ja ja, ahora qué vas hacer con este hermoso cachorro furioso en tu camino, aa es que la señorita no cree, pues jódase! jódase!" y me jodí la verdad. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Corrí mucho por aquel tiempo, también caminé mucho porque tenía tanto miedo de los perros que prefería darme vuelta y rodear todo el manzano antes que pasar cerca cualquier perro. También usaba morrales que daba vueltas como certeros bólidos para amedrentar a los perros más inteligentes que me atacaban cuando ya no podía correr atrás. Nunca me mordío ninguno, ganas no les faltaban pero yo tenía una variedad de estrategias para evitarles, la más cara y peligrosa fue la de los acompañantes porque que estuve a punto de perder varios amigos y un par de pretendientes que recibieron la mordida de mi parte. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Me mantuve firme en mi miedo y en no repetir la cábala "sanroquera". Valió la pena pues un día tuve un reencuentro canico con la perra de un amigo mío a cuya casa caía o resbalaba sin proponérmelo. Suele ocurrir eso de que uno no se da cuenta cómo pero termina frecuentando la casa de un amigo con una repetición vergonzosa, pero como el dueño de casa no parece molestarse pues entonces uno pasa la línea de la confianza sin dificultades. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Así conocí a su perra. Tenía un pelo entre amarillo y blanco, era grande y lo único que hacía era acercarse y esperar que alguien le rasque la cabeza. Era sencillo y además tenía la gracia adicional de que la perra se relajaba tanto con la rascada que a los poco minutos caí dormida. Era muy gracioso porque era un sueño corto del que despertaba con ganas de que le rasquen más y así podía estar toda la tarde, era buena esa perra, linda y mansa, tranquila y obediente. La trataban como un verdadera dama, lugar ganado con creces por ella misma, "por favor anda afuera" le decía mi amigo en el excato tono que usaba para pedir algo a cualquiera de sus amigos, la perra se levantaba elegante y digna, salía de la habitación sin ningún aspaviento, probando su inteligencia y dominio de las órdenes humanas. Yo me enamoré de ese animal porque era la némesis de esos malditos perros malvados que siempre querían mi pantorrilla de cena.</span></div>
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<span style="font-size: large;">Aunque la frecuencia de visitas a la casa de mi amigo diminuyó supe pronto que la perra estaba preñada y que él, como siempre en todo lo que hacía, le prodigaba los cuidados dignos de todo obsesivo compulsivo. Se leyó manuales de veterinarios, miró todos lo programas televisivos sobre partos caninos y se hizo de un nuevo mejor amigo, el veterinario. Yo por supuesto quedé desplazada dados mi precarios conocimientos del mundo animal, pero de tanto en tanto como todo padre primerozo mi amigo recordaba que antes del afán del embarazo él tenía una vida y de alguna forma que ya no recordaba, yo era parte de esas vida además que tenía igualmente el síntoma de padre primerizo más detestable: necesidad de escucha. Necesitaba decir su verdad y los detalles de todos sus saberes recientemente adquiridos y yo fui simpre una perfecta víctima para eso.</span></div>
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<span style="font-size: large;">Es impresionante toda la cantidad de información que acumulamos para disminuir nuestra angustia. Tanto sabía del asunto de la perra embarazada y de lo que le pasaría cuando nazcan sus cachorros que hasta yo terminé aprendiendo algo.</span></div>
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<span style="font-size: large;">Finalmente nacieron los cachorros, eran ocho, solo un macho el único amarillo, todas las demás negras como la noche, supimos luego que sus abuelos eran negros aunque el padre era café. En realidad el propósito era que los cachorros sea amarillos y cafés pero para variar la madre naturaleza hizo por ahí una bromita solo para dejar claro que en temas de genes ella manda. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Me salté a propósito el capítulo del celo y cruce porque lo poco que sé de eso es que la perra regresó del encuentro amatorio, indignada y maltrecha; no se acercó a su dueño por una semana ni para que le rasquen la cabeza. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Los cachorros eran lindos y bulliciosos, crecieron fuertes cagando y meando por doquier con todos los cuidados de mi amigo y su nuevo mejor amigo el veterinario, pero como todo ser vivo llega un momento en el que deben emprender el camino de la vida por cuentra propia. Para cuando eso sucedió yo estaba emabrazada y desempleada, la combinación perfecta de la depresión y del poder pero esto último lo supe mucho mucho después y ni siquiera ahora podría explicarlo. En punto es que entre risa y risa fui tomando cariño a los cachorros, mis días pasaban entre ataques de miedo por mi futuro y la visitas a mi amigo y sus cachorros. No tenía plata y la promesa de que la wawa viene con un pan debajo el brazo me parecía una más de toda la sarta de cursilerías tontas y edulcoradas alrededor de la maternidad. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Vivía de unos ahorros pero era evidente que más pronto que tarde tendría que recurrir a la caridad paterna. Por supuesto la peor idea era criar un cachorro ya que en breve tendría un cachorro humano a mi cargo, lo pensé mucho y era evidente que era una locura, una mala idea, un suicidio, por lo mismo lo hice.</span></div>
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<span style="font-size: large;">Embarazada y desempleada pasé cinco meses en la fiebre de la crianza canina, leí libros de entrenamiento, enseñé a la criatura a mear y cagar fuera claro que después de limpiar al menos una tonelada de cacas y una cisterna de meados caninos. Tuve que pedir disculpas a familiares y vecinos por zapatos, camisas, calzones, mangueras, y un largo etcétera de artículos masticados.</span></div>
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<span style="font-size: large;">En un par de ocasiones maldije mi único antojo de embarazada, el tener un perro, pero luego me tranquilizaba ella misma con cariños y esa su oscuridad tan linda. Los libros decían que era cuestión de tiempo que al año se tranquilizaban. Cuando nació mi criatura humana fue exactamente como si le hubiera nacido una hermana, nos alejamos un poco pero las predicciones de los libros se cumplieron. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Pasaba muchas noches en vela calmando los cólicos de la wawita, cuando lograba tranquilizarla era yo la que no podía dormir, entonces salía de la cama y me sentaba a leer algo o solamente a esperar que amanezca. En esas angustiosas noches de madre primeriza la Lola venía a enroscarse a mis pies, a sentarse a mi lado dando una vuelta sobre sí misma como hacen los perros, y se quedaba conmigo acompañándome en los momentos más borrascosos de la madrugada. Sentada en la penunbra sentía su presencia canina a lo largo del pasillo, caminando directo hacía mí.</span></div>
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<span style="font-size: large;">Definitivamente mis tiempos de miedo a los perros había desaparecido.</span></div>
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Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8563607678534372389.post-90908246483263090452012-11-15T10:02:00.000-04:002012-11-15T10:02:08.747-04:00Tengo una horrorosa necesidad de hacer manualidades, debe ser la cercanía de la navidad o esta maternidad galopante que llevo encima. Parece que eso de "preparar el nido" tiene cierta verdad, finalmente somos humanos, los instintos tienen su poder.<br />
Para combatir esta difícil patología me he inscrito a un curso de embarazadas, ocho muejres sentadas sobre pelotas haciendo ejercicios de respiración, es patético visto desde la mirada de toda persona que no esté en esta situación, especialmente de aquello no tan normales pero que no quieren tener hijos y la solo idea les produce urticaria.<br />
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Yo tengo mala suerte en los temas de escucha, es decir yo escucho bien pero es a mí a quien nadie escucha y sobre todo que no me siento escuchada, así que hablar de temas de maternidad lo dejo para mi blog donde escribo lo que se me pegue la gana, con la secreta esperanza de que no sea taaan aburrido. La familia escucha pero por el teléfono hay cosas que no son lo mismo, mis amigos son en gran parte hombres o mujeres de esos alérgicos al tema, además de que me den un abrazo ante la noticia no puedo pedirles que se interesen demasiado en el asunto. Yo tampoco me interesaba en el asunto, a mi también me deprimían las mujeres que solo hablaban de embarazasos y wawas, pero como nadie aprende en cabeza ajena solo cuando estoy en la situación me hace falta hablar así que la clase de embarazadas es un hueco en la vida sorda a estos temas, lo mejor es que la profe no se queda en la cursilería melosa de la maternidad sino que da información técnica muy útil, cosas que no voy a detallar aquí para no aburrir a nadie.<br />
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La última parte del ejercicio es la relajación, respiro profundamene sentada en una pelota levanto los brazos y me pregunto cómo es que yo llegué aquí?. Mis cuestionamientos sobre la edulcorada visión de la madre se han vuelto más encarnizados con la experiencia, odio profundamente el color rosado y el celeste, escupo tres veces sobre la virgen María y todas las cosas que en su nombre espera la iglesia y sus seguidores de las mujeres, escucho con atención la lista de padres irresponsables de la radio deseo, aunque sea por internet y diferido.<br />
Es una pena que una experiencia tan poderosa sea reducida a ropa horrible, sacrificio y cursilería de la peor calaña.<br />
Sentada en esa pelota solo puedo pensar que lo único que realmetne quiero es que nazca y viva, ojala yo pueda ayudarle. La vida es una mierda pero cometida la irresponsabilidad de concebirle solo quiero que la viva que finalmente es lo único que podemos hacer todos.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09393675337730708871noreply@blogger.com1