febrero 04, 2009

Nora Zapata


Las políticas familiares tiene muchas veces consecuencias inesperadas. Cuando cambié de ciudad para estudiar tuve que batallar con el silencio de mi cuarto de universitaria por falta de amigos, radio y tv. Luego se fue solucionando lo de los amigos y la radio. Tele nunca tuve.

La idea de mis padres era que siendo mi principal objetivo estudiar no había ninguna necesidad de conseguir una tele. Nunca fui una televidente asidua así que pude manejar el tema, luego claro cuando me tocó cambiarme de ciudad tampoco vi la necesidad de conseguirme una. Pero el silencio de cuatro paredes sule ser mordaz a pesar de todo.

Me hice amiga de la radio, desde la mañana hasta las horas antes de dormir las voces y la música resultan una compañía extraña, pero compañía al fin. En esas estoy recodando a mi abuelo radioescucha de pura cepa, que a pesar de su sordera no resignó su hábito sino que fue progresivamente subiendo el volumen de su radio. A veces solo por esa nostalgia de su presencia escucho los aprtidos de fútbol con el volumen a tope, como si todo ese barullo podría invocarlo, traerlo un poco a mi lado.

Por supuesto uno pronto elige su estación favorita, se hace fiel. Anadaba varias semans intentado escuchar un programa cuyo nombre y contenido em interesaban pero no lograma nunca escuchar el día en que salía. Como siempre cuando uno está medio camino a rendirse las cosas resultan. Así fue que finalmente ayer escuché en radio Deseo 103.3 a las 10:00 "La vida secreta de las palabras", el programa de Mónica Velázques última ganadora del Concurso nacional de poeísa Yolanda Bedregal.

Con el calibre de semejante presentadora es difícil no interesarse, pero mi suerte fue mayor pues ayer su invitada era la poeta Nora Zapata, que en su visita a Bolivia estuvo en el programa. Como nada es perfecto solo pude escuchar la mitad del programa, debido al hambre voráz que siento por als noches y que prolonga mis cenas hasta más de las 10:30. El punto es que llegué a escuchar a Nora leyendo sus poemas y esa fue mi parte favorita del programa.

Todo lo que pueda decir al respecto estará plagado de las oraciones más clichés y rutinarias de alago y respeto por esa certeza y fuerza que deriva de una poesía carga de sapiencia y belleza solamente propias de alguién que ha vivido mucho y bien, y por su fuera poco tiene la destreza y sensibilidad de hacer poesía con todo eso.

Eso y este poema de Nora para quien van mi respetos, ojalá yo pueda algún día leer con ese temple en algún lugar del calibre de ese programa radial. Si aun quedan gentes que oigan radio, claro.


Un beso
Sólo fue un beso un colibrí.

En la ebriedad de aquella noche intensa

fue sólo eso nochebuena de brindis champagne espuma.

Y yo le amé sabiéndole urgido de ternura tuna en la laguna.

Amo los árboles que se dejan recorrer por la luna sin esperanza alguna.

Fue un beso

calor que liba el colibrí para mejor volar

nada más que esovuelo.

(Villas-Tiercelin, 14 .07.95)

1 comentario:

Vania B. dijo...

Yo también tuve la suerte de escuchar ese programa donde la invitada era Nora Zapata. Lo repiten el Domingo por la noche, no estoy muy segura de la hora (o es el sábado después del repris de Desnudarte?). La idea es que el programa de Mónica es de lujo. Por lo general escucho el repris en la cocina, con el Jimbo -el perro que sonríe- acompañándome echado haciendo su siesta mientras yo leo el periódico, cocino la cena o lavo los platos. Adoro escuchar la radio, en especial la 103.3.

Saludos!!!!!!!