
Los detalles están perfectos, son intensos y reveladores, la boca semi abierta de una chica linda que lee un anuncio de cosméticos, esos detalles que son los verdaderos culpables de que las cosas lleven una a la otra. Y luego claro lo mas importante del cuento, que en realidad no lo es, es una intento deserlo y las posibilidades de continuarlo se van sumando una a una. Desde la más descabellada hasta las más sensata, todas una salida a callejón cerrado.
Más allá del mito, de toda la bruma puesta en Salinger, iniciada por él mismo y como siempre extralimitada por los medios, se entrevé un caracter fuerte al escribir una certeza de la mano mientras pinta las letras, una obediencia aprendida y fiel a lo que le dicta un ingenio literario irrefutable.
1 comentario:
Sigue en LaLola una anecdota sobre J.D. Salinger, de hace mas de 20 años... es que yo era muy chica y Holden Caulfield era lo mas cercano a un heroe...
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