febrero 04, 2013

El asunto es siempre encontrar las palabras de inicio, la forma de comenzar todo y la frase siguiente. Nada funciona sin esas dos partes. El final es dificil también pero se ve como muy lejano aun, el problema incial es las dos ideas que conecten concuerden y abran por fin la puerta.
Lo peor es tener ganas y no saber cómo comenzar, es un poco como el sexo con un desconocido, uno sabe lo que quiere pero no sabe como llegar al momento mismo, al punto en que todo fluirá y por fin se dejará de pensar.
Una maestra de las crónicas como es Leila Guerreiro, dice que corre en las mañanas, o que simplemente da vueltas en su casa hasta que algo haga click en su cabeza. El comienzo es difícil por eso se guarda un carpeta con recortes de coas que le interesan y que podrían servirle. Hay muchas manía que a mi emgustaría compiarle a la gente, esa de cuardar recortes me gustapero simplemente no tengo la disciplina, me gustaría tener algún tik delator algo así como que me tiemble o ojo o rascarme la punta de la naríz, pero esas cosas son involuntarias y yo tengo mucho de personal normal para tener señas tan particulares.

Luego del primer párrafo viene la deriva, por fin libres del primer impulso habiendo saltado finalmente a la piscina de las palabras uno abre una nueva ventanita del chat, o cambia de música, o cualquier otra cosa que no tenga ninguna relación con lo que se va a escribir. Es como el engaño del "tentenpie". Ese bocadito que comemos solo para distraer el estómago mientras el hambre sigue.

No sé bien como se escribe, si tiene que ver con la rutina, la disciplina la posibilidad o tantas otras cosas. Solo siento muchas ganas. Unas ganas incontenibles que me hacen incluso escribir tonterías. Pero bien me digo, creo muchos más en eso, en esas ganas fuertes casi animales.

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