Leí el cuento horrorizada por la sencillez y belleza provinciana con que el lenguaje describe un asesinato, casi como una narración de como crecen las plantas y de pronto mueren. El escalofrío no me dejó sino mucho mas tarde, me hizo pensar mucho en la fuerza de las palabras, en la capacidad "camaleónica" que tienen, disfrazando el horror de inocencia.
Estas impresiones suceden también cuando veo una película, cuando las letras finales empiezan a correr, por más que busque mucho no logro encontrar adjetivos para lo visto y casi vivido.
Lo mismo me sucede con Cleotilde, me agarra un poco la moralina, el discurso contra la violencia, pero intento safar y remitirme al texto como tal, como una producción literaria solamente. Entonces regreso a pensar en las palabras y en como pueden hacernos ver las cosas de la forma que ellas deseen.
1 comentario:
Sabes… a mi me gusto mucho el cuento este de Juan Rulfo, creo que es una característica muy particular suya el poder escribir cosas tan sencillas, pero tan amplias. Me cuesta remitirme a lo literario… eso sí hallo en extremo interesante, el que algunos lectores puedan pasar de detestar al narrador, a tenerle pena, y hasta empatía. No sería extraño el hallar a alguien diciendo, ‘a pesar de todo el la quería, y sólo fue un accidente’ Cuando en principio uno se escandaliza con la normalidad con la que el asesinato ha sido perpetrado. Es difícil lograr ese tipo de sentimientos y reacciones en los lectores en un texto tan corto como el que Rulfo tiene aquí.
No conocía este cuento, y supongo que no conozco los de esa colección, pero la buscare. El llano en Llamas siempre ha sido una de mis obras favoritas.
Saludos!!
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