marzo 07, 2010

En el fondo de la alacena está la cura de mis males,
guardado en frasco de vidrio con tapa de goma duerme mi olvidado café.
Mi antídoto y mi veneno.
Una taza después de las diez cuando todo se ha dormido en esta casa,
una sola para marear un poco a morfeo y que se olvide de mi por un rato,
eso necesito
una compañía, un alguién.
Tengo una soledad tonta,
no es la soledad cursi de estar sola entre muchos,
es la soledad de sintonía
esa que sentí desde adolescente
esa sensación de no ser de ninguna parte
Nunca quise traer nada a esta casa,
mi maleta esta siempre lista,
sin embargo aquí están mi hija, mi piano, mi perro.

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